jueves, 23 de octubre de 2008

Todos hablan de amor

Todos hablan de amor


Prólogo


Los sueños, las inquietudes y los deseos de Jorge Luis Canché Escamilla, que se manifestaron en ciertos momentos de su trayectoria existencial, quedaron expresados en tres libros: "Economía, Educación y Sociedad: Una Opinión"; "Estado, Economía y Sociedad:1996-2001" y Algunos Escritos y Algo de Reflexión".
Hoy nuevas inquietudes y otros sueños, lo mismo que renovados deseos, los expone Jorge a través de un género que reclama comprensión y sensatez: el verso, los versos, los poemas.
Jorge Luis logró versificar la intimidad de su ser, es decir, sus sentimientoss, sus razones, sus ideas, con una visión muy clara de todo aquello que tomó forma escrita con su propia inspiración.
Estos versos tienen una cadencia y una lógica que se conjugan -y acoplan- con el ritmo y asonancia que son inherentes al pensamiento personal de quién manifiesta armonía ecuánime, lo que florece de él mismo.
La concepción real que, en estos versos se afirma, es algo suyo, pero ese algo lo toma de la vida y de la naturaleza humana; de la convivencia social y de la imaginación; de la ilusión y de la realidad.
En este ejercicio de versificar, Jorge Luis Canché Escamilla le da también una dimensión sencilla y unigénita a sus sueños e inquietudes, logra con esto renovar su propio derrotero espiritual, mismo que recorre, no en la búsqueda de sobresalir para alimentar vanidad alguna, sino para afirmar que el germen de su vida tendrá un resultado positivo y creativo, y con ello, percibirá en su conciencia una razón material y espiritual que existe realmente, en el universo.
José Medina Medina
Presentación
Fue jugar a enamorar y a flirtear en nuestra adolescencia, cuando surgió el interés de leer poesía que se relaciones con el romance y el amor. A fines de los sesentas en la secundaria, cursando el segundo año, el maestro de Español de la Secundaria Federal #1 hoy "Santiago Burgos Brito" Andrés Antuña Sánchez (+) nos puso como tarea leer libros de literatura clásica.
Estas obras siendo del siglo XIX y XX se relacionaban con la novela romántica y también con el amor filial. Muchas veces soñamos con ser el personaje, que convertido en héroe, terminaba felizmente en los brazos de una hermosa dama. Fue en esta misma escuela cuando descubrí la emoción que me embargaba escuchar a mis compañeros declamar y el interés de conocer al autor de las poesías que recitaban. Empecé por copiar estrofas de poemas que me gustaban y dejarlas en algún lugar visible, para que las jóvenes de aquellos tiempos las leyeran. Fue entonces cuando supe por primera vez que realmente les gustaba leerlas, y que mostraban cierto interés, aunque sea momentáneo, por conocer a los autores de dichas obras.
Estando en la preparatoria, hice mis primeras composiciones, algunas de ellas tratando de imitar a un autor de mi preferencia.
Aunque fue a través de los acrósticos con nombres de mujeres, como fui ejercitando la acción de componer. De estos, las más de las veces, no supieron quién los había escrito. Realmente me avergonzaba el hecho de que supieran de donde y de quién provino el escrito.
Al redojear en el tiempo, a fin de identificar, que otros elementos pudieron despertar el interés de querer hacer, según yo, poesía. Me traslado a la escuela primaria, en la cual nuestros libros traían canciones y composiciones de los principales poetas que han dado nuestro país y América Latina, principalmente. Con muchos de ellos fuimos reencontrándonos a medida que avanzamos en los estudios, al pasar por la secundaria y la preparatoria.
A fines de los setentas, cuando unos amigos me preguntaron qué hacía con los escritos, que en múltiples ocasiones les entregaba para su lectura, les dije que los regalaba o los tiraba. Me aconsejaron por esos días que los guardara; desde entonces lo vengo haciendo. Estas composiciones qu ahora presento fueron las primeras que escribí y al hacerlo deriva, una vez más, del consejo de que los publicara y es justamente lo que ahora pretendo con el presente libro.
A ellos, a esos amigos, que me han aconsejado y sugerido su publicación a quienes agradezco ese interés continuo de alentarme para dar a conocer lo que hoy se presenta y que a lo mejor sin ser, le he llamado poesía. Al maestro Marcelino Aguilar Aguilar, rector de la Universidad de Valladolid, Yucatán, por su apoyo a esta obra en su interés por impulsar la cultura. De la misma manera agrader a Don Joaquín Bestard Vázquez, sus atinados comentarios realizados principalmente en el Taller Literario "Ya'ax Ché"; el cual se realiza -aún hoy día- en la Facultad de Economía de UADY, todos los jueves a las 17:00 hrs. Cuando ésta se encuentra de vacaciones o el jueves cae en días inhábiles, el taller se realiza en un café previamente determinado del Centro Histórico de Mérida. En verdad, gracias por darme confianza y ánimo para dar a conocer esta parte de mí, que he llevado guardado durante muchos años de mi vida. De la misma manera lo hago con Don José Medina Medina, viejo amigo desde aquellos tiempos de estudiante de la carrera de Economía por los setentas, por haber realizado y aceptado hacer el prólogo de este conjunto de letras, trasnformadas en palabras y que dan lugar para hablar del amor y de que:
"Todos hablen de Amor".

Jorge Luis Canché Escamilla

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