domingo, 14 de diciembre de 2008

Apuntes para la presentación del libro “Algunos escritos y algo de reflexión”

Por: Juan Díaz Yarto


Una de las cuestiones importantes contenidas en el libro de Jorge es la recuperación de la memoria colectiva de los habitantes de la ciudad de Mérida. De forma tradicional, para los mayas, el pasado tiene una importancia primordial en el funcionamiento de la vida que se construye día a día. El autor, quizás por su ascendencia tradicional maya, comparte esta cosmovisión. Si en los registros históricos se constata que los mayas ejercitaban la memoria familiar y social hasta por diez generaciones, Jorge siguiendo este ejemplo, se empeña en historizar su vida dejando el testimonio de sus encuentros con personas mayores, con la transformación del paisaje urbano, con la desaparición de las tradiciones y en general, con los valores humanos. Y tal vez, lo más preciado de este ejercicio, es lo que él no revela abiertamente, pero que se descubre en la forma de acentuar la necesidad de construir otro “puente” más entre la conservación y el almacenamiento del pasado y su potencial recuperación en la construcción de un futuro sin olvido. Es decir, que su insistencia por dejar un testimonio definido de lo que el presente está dejando de incorporar en aras de la modernidad, responde a una actitud con cierto grado de voluntaria inconsciencia, pues al testimoniar una experiencia, que no tiene en los jóvenes el efecto inmediato que él desearía, está convencido de su trascendencia en el ejercicio de la memoria circular y compleja que forma parte de la cultura maya actual. Así entonces, la necesidad de recuperar la memoria y el ejercicio de recordar son dos impulsos esenciales que dan un singular perfil a este libro.
Reconocer sobre todo el valor humano de las personas que le han dejado lecciones de vida importantes, es un recurso literario en el que se respira un ambiente familiar, en el que la imagen paterna está vigilante de la pluma del autor para garantizar la continuidad de ciertos valores sociales.
Jorge eleva en su texto un insistente juicio de valor a favor de las personas mayores, pero no así de los jóvenes, lo que por su edad resulta sugerente ya que es hijo y padre al mismo tiempo. Con esa actitud de maestro en ejercicio constante intenta cuidadosamente ofrecer lecciones de vida a la juventud para que reflexione la deuda moral que tiene con la sociedad que paga sus estudios académicos, y con profesionalismo retribuya positivamente a su mejoramiento y conservación. El autor mantiene a lo largo de sus escritos, un insistente llamado a que seamos testigos de que la fisonomía de la ciudad y las tradiciones sociales se están perdiendo, o que están teniendo un proceso de transición diferente al que él desearía.
Jorge vive y se confronta con esa parte de la modernidad que destruye el paraje pasado y, según su visión, no aporta ideas o cambios que mejoren la vida tenida y aunque entiendo sus argumentos, me quedo con la pregunta que tiene diferentes respuestas: ¿Cuál es el valor de los cambios irreversibles que la “modernidad” ha traído a la ciudad y a sus costumbres?
Es destacable el reiterado retorno a su experiencia familiar y especialmente al ejemplo de un padre con carácter fuerte y disciplinado, que le enseñó a amar y respetar a los demás, y que le dejó, entre otras, una máxima que el autor práctica a pie y juntillas: “en la vida has amigos, no enemigos”.
Jorge no deja de ser un profesional de tiempo completo, y como economista expresa en su libro la necesidad de habitar una vida a partir de un proyecto de vida integral enfocado a alcanzar tanto satisfacciones y metas sociales, como personales. Considerando que como él, todos aquellos que han tenido el gran privilegio de educarse en alguna de las universidades del país, deben asumir la responsabilidad de transmitir a la sociedad su mirada profesional de la realidad, impulsa la idea que se debe actuar intentando perjudicar a terceros con el quehacer social y profesional. No se trata de estar inocentemente seguro de que todas las acciones emprendidas en la vida deban ser positivas y correctas, sino que más bien, procurar que éstas carezcan de la arbitraria actitud de pasar por encima del otro.
Por este motivo insiste especialmente en que las lecciones sobre este compromiso profesional y social deban estar escritas para que las jóvenes generaciones las lean y sigan actuando en consecuencia. Para ejemplificarlo, recupera anecdóticamente pasajes con personas que él considera importantes en el terreno humano y profesional, evitando reconocerse como orientador, y sí como alguien que está en el proceso de aprendizaje permanente.
El mensaje por recuperar la importancia de escuchar y de conversar tiene mucho sentido en la estructura del libro, pues estas dos acciones ejercen la tarea de revitalizar la memoria colectiva.
Este libro de Jorge es uno más que refuerza sobre todo su libertad para escribir sobre los temas que le preocupan, rompiendo con el principio de escribir lo que manda tu actividad profesional comprometiéndose con su ética de vida y arriesgándose a cumplir modestamente el papel de cronista de su ciudad. En este ejercicio arremete contra la posición oficial al destacar la existencia de una parte de la ciudad que está más allá de la reflejada en la propaganda turística, ejercitando en carne propia la apuesta de convertirse en un ser humano integral; y porqué no, en un sujeto entrampado en la complejidad de la realidad cotidiana, de la que se da cuenta e intenta dar cuenta sin otra pretensión que abrir otro espacio de polémica.

Mérida a 10 de enero de 2006

Prologo Libro "Algunos escritos y algo de reflexión"

Prólogo


Ahora los libros que se publican son de tipo sensacionalista, corte político o asuntos de índole policíaca. Como si abrumados por la realidad y las desazones del hombre contemporáneo, sea su ocupación la que fuere, no bastará dárnoslas en voluminosos tomos, lujosos y en los que cada quien da su versión maquilada de los acontecimientos en que se ven envueltos. Bien venidos sean en su oportunidad manejaran siquiera un poquito de lo que se entendía por literatura, fuera oral o escrita, pero el caso es que casi siempre sobreviene el ataque intencional o sin querer al buen manejo escrito de nuestro lenguaje.

Es por esto que quisiera recomendar, el libro de Algunos escritos y algo de reflexión del Licenciado y maestro Jorge Luis Canché Escamilla, por abordar con sapiencia, soltura, verdad y libertad, temas que en la actualidad representan un lastre tocarlos o ni siquiera de pasadita abordarlos, porque entrampamos en la cotidianidad absurda del vivir aprisa, ciego, peligroso y a veces sin sentido de nuestra actual sociedad carente de los valores éticos más elementales, escapaban al menor intento de reflexión y menos de la prudencia, el sentido ético, y en esto no me refiero sólo a nuestra ciudad, sino desde las medianas hasta las grandes urbes de muchos países.

La pregunta que sobrevuela estos textos, es ¿dónde quedó ese gran humanismo que justificó las mejores causas y sacrificios del espíritu, entendiéndose a este como la chispa de la inteligencia? Aquellos valores que afinó a través de tantas contiendas nuestra gente, aquellas que consideró al alcanzarlas como inamovibles y a prueba del ácido corrosivo del tiempo, su combate a la idea a ultranza de que a río revuelto ganancia de pescadores, su lucha en contra del egoísmo, la corrupción física e intelectual y valores que por último, han desaparecido sin ser substituidos por otros, es la primera reflexión a que me llevó el libro. Somos naciones de leyes sin respeto a ninguna, pretendemos que antes de nada está la libertad sin entenderla y confundiéndola a cada momento con intereses mezquinos y libertinajes sin cuento.
Quien reflexiona hace reflexionar al lector y a los demás, a favor o en contra de las ideas del autor, de aquí el valor de un escrito y que la palabra caiga como anillo al dedo o derrumbe los falsos andamiajes. Algunos escritos y algo de reflexiones, es un libro fácil de leer, se va sin sentir porque tiene fluidez, pero nos deja huella, nos permite observar a través de los ojos de su autor, maestro y amigo lo que muchos nos negamos a ver, pasamos por alto por pensar que no nos corresponde ponerle gota de atención y menos siquiera un esfuerzo por corregirlo. Somos adoradores de la imagen, el cuadro hecho o el texto que no merece otra lectura, porque se nos viene constantemente un cúmulo de información que nos evita pensar, sólo aceptar lo ineludible. Perdimos la pasión de razonar, porque otros lo hace por nosotros y vamos adelante, siempre hacia delante hacia el abismo de necedad y el tedio. El vacío y la oscuridad.

Sería oportuno señalar la marcada costumbre local a usar crónicas orales (el relato lo es) o escritas, a que es tan aficionado el peninsular, ocurriendo a veces que le reconocen tal habilidad aunque sin distinguir la crónica literaria, la crónica novelada, la crónica policíaca y el ensayo con influencia de la anécdota o la pasión por dirimir conflictos, ambiciones particulares y politizadas rotas, y si seguimos con alguna clasificación rápida y superficial, tenemos la crónica deportiva, de viajes, la histórica, la médica, la científica, la familiar, la deportiva, la crónica para niños, la periodística y así seguir sin avizorar el final.

Si vamos al diccionario, encontramos:

Crónica: del latín crónica, y éste del griego chroniká (Biblia), libros de relación de sucesos. Historia en que se observa el orden de los tiempos. Artículo periodístico sobre temas de actualidad.

Si observamos algunos escritos medicinales, históricos (los hay en estelas y paredes, en los antiguos templos de la prehispania, donde se describen acontecimientos y relaciones de gobernantes y guerreros en Centroamérica, tal vez entrarían dentro del orden de las crónicas, aunque la gran abundancia que predomina hasta nuestro tiempo son las orales: hazme una crónica de tu vida diaria), la España antigua, el tiempo de la conquista cuando en cada nave venía un cronista, los tiempos de la colonia, los Frailes, Historia de las indias, y así podríamos seguir hasta los tiempos actuales.

Esto me lleva a la conclusión que nunca tan merecidamente serían llamadas crónicas y algunas de ellas memorables por sobresalientes, las de este libro, cuyo autor nos da ejemplo y nos brinda conocimiento a la vez de múltiples materiales, ejemplo de sensibilidad, madurez y sencillez. Principal condición de quien siendo Maestro, lo demuestra en cualquier espacio al seguir ejerciendo la cátedra con generosidad.

Digo y marco generosidad y amor, profunda riqueza interior o espiritual, porque solo quien paladea cada trago que nos ofrece la vida, nos enriquece con el buen vino a veces amargo, y donde la palabra amigo y lealtad adquiere tamaños colosales y ciclópeos. Resulta un placer leer y releer crónicas de tal talante, cuando conforme avanza el lector mejor s nutre con estas reflexiones de gran utilidad, además su habilidad narrativa nos las vuelve al lector entretenidas y nunca aburren, porque crean atmósferas y festinan paisajes.

Sé que el hombre más puro y que hace honor a ser llamado hombre, es aquel que enaltece a través de la memoria la imagen de los amigos, que se nos adelantaron en ese viaje que algún día todos emprenderemos, quiérase o no, el hombre y escritor que habla con cariño y emoción de la Mérida coronada con los vistosos penachos de las flores del flamboyán y reconstruye dentro de las imágenes atrapadas desde su niñez, a su amada colonias Sambulá, la repasa, la revive y se busca en ella. Es un gran honor compartir textos que nos lleven a añorar cuanto representó vida y amor al niño que se volvió adulto, de repente.

Lo bueno de eso, es que mucha gente, sin nombramientos o cargos honoríficos y con la máxima libertad, por el simple hecho de amar a su terruño, su estado y tener conciencia del valor que posee el atesorar en su justo momento, los sucesos que a diario nos marcan como región, hombres libres y seres pensantes, escriben crónicas periodísticas, y yo los conmino, desde lecturas, conferencias, talleres y cada oportunidad, a seguirlo haciendo porque es la única manera en que se atesora, todo pasado, toda actualidad que se convierte en historia y que permite nuestro desarrollo en otras materias y el desarrollo de una personalidad más fuerte, abundante, capaz y mirar o sentir el mundo sin tapujos o deformaciones, porque traen limpias las pupilas, las venas y el espíritu, lo traen además de herencias aunque de un modo ramplón me apegue a la frase usada por nuestros ancestros: para que el hombre sea hombre, necesita dar un hijo a la sociedad, sembrar un árbol (hoy más que nunca) y escribir un libro.

Nuestro autor me consta, en este sentido, destaca por se un padre cariñosos y sensible, se preocupa en serio por el embate que nuestro mundo recibe a diario en su sistema ecológico del cual dependemos y cobija la más auténtica pasión por los libros, tanto como lector así también en su faceta de escritor, y la crónica es justo lo que necesitamos: crónicas de todas las méridas que forman nuestra hermosa ciudad. Crónicas en sus tantos géneros que abordamos al principio de este trabajo.

En estos textos reunidos en el Libro Algunos escritos y algo de reflexión, aparece la labor concienzuda de Jorge Luis que se lanza por los ríos y los incendios de la memoria, para arrebatar de vivencias, inquietudes y llegar al extremo, siempre positivo, de reflexionar y hacernos pensar en aquello que hemos olvidado: cómo mirar lo que está frente a nosotros pero por ciegos o insensibles como nos hemos vuelto, ya no representa nada de los mucho que el ayer reciente significó para generaciones. Presenta también la oportunidad de reflexionar sobre donde colocarnos o en que forma y sin aislarnos, comprometernos y sentir el mundo. Creemos que cada colonia o barrio debería de tener su cronista, con tal que aquellos sucesos aún frescos en la memoria de sus viejos habitantes, sin duda y temor nos brinden esas historias que están gritando su instalación en el papel o en un lugar donde no se pierdan, porque todo cuanto se pierde en esta vida y más en nuestro medio, se convierte en una pérdida total y para siempre.

Volviendo al libro, a estas crónicas tan llenas de ese espíritu de rescate, de interlocución consigo mismo y a la vez de la intención de dejar constancia, es un éxito del maestro Canché Escamilla. El, se sienta a escribir sin mayores pretenciones que las de contarnos hechos, su visión, la motivación y teje y teje en una prosa libre de efectivismos, hasta fragmentos en donde la fluidez la vuelve prosa poética, porque libera su interior de pragmatismos para volverlo juez. Retrocede, vuelve a agarrar su estilo, la sencillez en el trato de su artículo, lo envuelve en la objetividad más pura y va por caminos en los que la amenidad y elegancia es su principal consejero. Abandona su formación académica, para no convertir estos escritos en materia de unos cuantos, para empezar a la pluralidad de lectores, hacia ellos van dirigidos, repito, a la sensibilidad, la inteligencia, el decoro, la ética y los mejores conceptos de lealtad y más que nada al señalamiento de los que representa el amor, la concordia y la lealtad. Conceptos que como árboles también gigantescos se dieron en el pasado y que ahora, hemos talado hasta la raíz como estamos destruyendo nuestro sistema ecológico. Mérida, nuestra querida Mérida, cree desorbitadamente y sin control, se convierte en una gigantesca plancha de concreto y si antaño fue considerada como una de las ciudades más arboladas, hoy da lástima ver como se van muriendo las plantas, como los terrenos no tienen patio y lo peor, que a nadie le importa.

De entre sus interesantes, además de magníficos trabajos reunidos en este libro, me impresionaron aquellos donde haciendo un ejemplo de dechado de lealtad, amistad y compañerismo, va deshebrándonos sus sentimientos más profundos hacia el efecto que le causó la muerte una por una de tres amigos. Digo que doblemente me impresionó, porque me hizo vibrar al recordar esas pérdidas irreparables de quienes también fueron mis amigos. Hernán Menéndez Rodríguez con quien tuve tratos siempre relacionados con la cultura, desde cuando en el ICEY (siendo él asesor) se dieron estas circunstancias, identificándonos por medio de estas reuniones y gracias a su sensibilidad, inteligencia y grandes conocimientos en multitud de disciplinas y temas, hasta cuando en El Por Esto!, tras de haberse hecho cargo de la creación y diseño de El Unicornio, nos reuníamos para continuar nuestras pláticas interminables y discutir sobre la valía de los materiales que le entregaba y que tan generosamente me publicaba en el suplemento sin el menor asomo de censura, de Salvador Rodríguez Losa qué puedo decir que no se haya dicho, sobre su capacidad, bondad y entrega, siempre fue el maestro deseoso de aportar algo a la plática, dichoso de enriquecernos la visión del pasado o el presente nuestro, con él tuve una amistad desde adolescentes, puesto que estudiamos juntos la secundaria y hasta la preparatoria en la entonces Universidad de Yucatán, y aunque me ausenté bastante tiempo, al regresar reanudamos nuestra amistad como si nunca nos hubiéramos dejado de ver y de Raúl Maldonado Coello, mi hermano en las lides de la de la cultura, compañero inseparables de tertulias y culturales, a quien tanto le debe el estado y la ciudad. Palabra por palabra me debí una y otra vez la remembranza que hace el maestro Jorge Luis Canché Escamilla, de estos tres amigos mutuos y en verdad inolvidables.

El memorable y sentido homenaje que el autor hace a sus padres ¿se estila hoy esta función elemental para nuestros ancestros? Hoy las nuevas generaciones, deja a sus muertos en los cementerios, los convierten en polvos de olvido y los abandonan en nichos de iglesias, misión cumplida, dicen, derraman quizás una lágrima y no vuelven ni siquiera a recordarlos. Hacer este homenaje en vida a nuestros progenitores, es doblemente valioso y humano. Hablan de los valores más elevados del hombre, y este mi amigo maestro y licenciado Canché Escamilla, es un ser humano entero, porque sin complejos nos habla también de su pasión por el deporte, sin pasar pos alto que un hombre completo es aquel que los griegos identificaban como poseedor de una mente sana en cuerpo sano, aquí está el quid de todo el libro. Muy alejado a los juegos del seudo intelectual para el que los deportes están fuera de su alcance o comprensión, y quizás entre todos el más bello, la natación, y si es en el mar el disfrute es incomparable. Somos hombres de mar y marinas, de oleaje que oímos muy dentro y de brisas marinas respiradas todo el tiempo.

El yucateco en la competencia deportiva, buscaba el enriquecimiento espiritual que proporciona un cuerpo lleno de energías, en competir y saber ganar y perder, entonces descubría el juego de los subibajas de la vida y a honrar el trabajo en equipo, por desgracia en nuestro medio ya cunde el ejemplo de ver los deportes desde el sillón de la sala, por medio de la televisión, mientras se batanea y cervecea. Que jueguen, bailen, hagan chistes, para eso les pagan, para eso pago, y uno de mirón cultivando la decrepitud y el aislamiento.

El autor, al fin y al cabo buen maestro, nos enseña la relación que debemos guardar con patrones, empleados, familiares y en este aspecto nos remarca que la amistad para mí significa la relación que se da entre una o varias personas sin ningún interés de por medio. Me llamó la atención la observación que hace sobre nuestro apego a rechazar hoy ni por medio del saludo y la conversación, el acercamiento a otra persona. Tal parece que tenemos mucha prisa, nos movemos constantemente, o eso creemos, sin saber a dónde vamos. Canché Escamilla señala el valor de nuestras costumbres más bellas, por ejemplo el hanal pixán. La pérdida de la abuela y la sensación de vacío, el amor capaz de despertar lazos más afectivos sin regir el compromiso, la contradicción entre la sabiduría antigua y el simbolismo del mundo actual, porque nuestro mundo es patraña y lo que queda atrás es asunto sólo para historiadores.

Son algunos de los muchos asuntos que aborda sin requiebros o florilegios. El académico llama a las cosas como son, sin recubrimientos para el consumo fácil ni darle por su lado a nadie. Nos convoca a regresar a reposesionarnos de lo mejor del pasado, la humildad y el amor como sentimiento sublime en el hombre. Hay también metáforas, pero más que nada sapiencia. Ya lo dije y lo repito, el maestro dadivoso sin odios no sombra de envida, afectivo como si su familia lo fuera los lazos de hermandad que construye con sus enseñanzas desde la cátedra y que imparte por vocación, sin negarse, sin omitir nada y sin miedo a ser criticado, lo harían los despistados de espíritu turbio, que no saben cómo escapara de su caparacho de mediocridad. Porque aunque se presuma que la mediocridad no se siente, sí asfixia, envenena, desorienta y mata y mata silenciosamente.

Que ternura despierta la ternura que nos da a raudales la abuela, que emoción y mundo de promesas nos trae la celebración del año nuevo, cuanto amor escancian cincuenta años de casados a la familia, que se podría agregar al artículo de Aconsejar: acción diaria del ser, lejos de ser una frase simplona, es pura filosofía, enterramos el término aconsejar, porque huele a seguir las viejas consejas de los abuelos y nos sentimos muy modernos, además de que creemos que todo cuanto nos sirve está en Internet ¿para qué más?, son tantos y tantísimos los temas que aún eligiendo los más significativos nunca terminaría, por eso vuelvo a recomendar el libro y felicito a su autor. Un fuerte abrazo y adelante, faltan temas, recuerdos, anécdotas por tocar y con seguridad la postrera crónica se escribirá en el último momento del fin de la vida humana. Nos queda tiempo.

Joaquín Bestard Vázquez

Presentación Libro "Algunos escritos y algo de reflexión" por Lic. Jorge Luis Canché Escamilla

Presentación

El libro Algunos Escritos y Algo de Reflexión, constituye la compilación de una serie de escritos realizados en su mayoría en los años correspondientes al 2001 al 2003. Mismos que derivaron en nuestro andar por la ciudad, de mis vivencias por la colonia Sambulá, de mis relaciones humanas con el prójimo y de una buena cantidad de charlas sostenidas con una gran cantidad de amigos que me distinguen con su amistad. Aunque a decir verdad, este tipo de escritura derivó de múltiples sugerencias que me hiciera en vida el Lic. Hernán Arturo Menéndez Rodríguez (+) en amenas charlas sostenidas con él y con nuestro grupo de béisbol dominical con los hermanos Franco (Iván, Jorge y Carlos). Charlas que se realizaban después de la práctica del deporte de nuestros amores y que se prolongaban durante varias horas. En ellas, además de discutir temas de coyuntura y de trascendencia, hacíamos rémora de nuestras costumbres y de la forma como habíamos crecido en esta hermosa ciudad de Mérida. Recordábamos juegos infantiles y el crecimiento desmesurado de las colonias de la ciudad, así como de los amigos comunes que conocimos y tratamos en tiempos diferentes, mismos que al distinguirnos con su amistad dieron lugar a que nos refiriéramos a ellos, complaciéndonos gratamente tal coincidencia. El haber realizado estos escritos y entre ellos algunas reflexiones, me ha brindado la oportunidad de recrear momentos importantes en mis ya medio siglo de vida. Como decimos muchos yucatecos, el momento que nos ha tocado vivir ha sido el más importante, tanto que al referirles a las nuevas generaciones nuestras vivencias, sobre todo como estaba conformada la ciudad y sus respectivos barrios y colonias, quedan más que sorprendidos: escépticos ante la narración de hechos que contrastan con algún familiar que les ha referido algo similar en otro momento. Me ha dado también dichos escritos, como he mencionado con anterioridad, la posibilidad de hablar de mí colonia Sambulá que recibió y cobijo a mi familia cuando hicimos nuestro arribo desde Halachó hace más de cuarenta años. Y lo hizo sin egoísmos, abriéndonos los brazos sin ninguna restricción. ¡Claro está! Que en esta relación tuvieron mucho que ver mis padres, quienes tenían una idea muy clara de la vida en comunidad y de ayuda mutua, Tal como lo demostraron en las muchas iniciativas que tuvieron que hacerse en los sesenta para hacer de la colonia mencionada, un lugar digno para vivir. Como lo fue la electrificación, agua potable, limpieza de las calles (prácticamente eran veredas), espacios para jugar; esto último entre la tierra y las piedras. En verdad hay mucho que describir de este espacio geográfico ubicado en parte sureste de la ciudad de Mérida. Espacio que en los albores del siglo XXI, no queda más que el recuerdo y la añoranza de los que tuvimos la suerte de vivir esa época, hoy referidos en el presente trabajo de mí autoría. Algunas otras reflexiones han provenido de la experiencia profesional y de mis relaciones humanas.
Además de la educación familiar recibida de hacer amigos siempre y de hacer el bien a los demás, muestro también, la educación adquirida en las aulas, ambas contribuyeron significativamente al sentido de la unidad y a la integración, quizá esto ultimo fue lo me llevó a participar en diferentes actividades desde la infancia tales como: actividades culturales, trabajo en grupo, apoyos a la escuela a la iglesia del lugar etc. Haberlo hecho dio lugar sin duda a transmitir la experiencia adquirida a través de consejos, hoy hecho a manera de reflexión. Lo que me complace gratamente.

La existencia misma y la oportunidad de vivirla y transmitirla se convierten en verdad, en un privilegio. Por eso debo de estar agradecido también a Don Joaquín Bestard, Pedro Hernández, Roldán Peniche, Roger Campos (hace un tiempo que no lo hace), por la oportunidad de haberme invitado a participar en sus charlas de café, realizadas invariablemente los jueves por la mañana. Escucharlos y participar en sus tertulias ha sido una experiencia única e inigualable, que se ha traducido en algún escrito de mí parte en algún momento.

De manera especial agradezco a Don Joaquín Bestard el prólogo que le ha dedicado al trabajo, sé que lo he metido en un aprieto al solicitarle tal encomienda, pero debo decirle que me esforzaré para ir mejorando día con día. A la Licenciada Alejandrina Garza compañera universitaria, muestro una enorme gratitud por la dedicación de su valioso tiempo para revisar los escritos, sus comentarios y sugerencias no solo han sido atinadas sino que han contribuido a darle al texto el soporte técnico que requería. Por último agradezco a la Sra. Patricia Sánchez el trabajo mecanográfico realizado en los espacios robados a su familia.
Insistir en que el contenido del libro deriva de mis vivencias recogidas en mí andar por la vida en esta bella ciudad de Mérida, por lo tanto lo que en él he dejado a través de las letras y la combinación requerida para formas las palabras y como consecuencia de los textos son de mí única responsabilidad.

Jorge Luis Canché Escamilla

Presentación Libro "Algunos escritos y algo de reflexión"

Presentación del libro:

"Algunos escritos y algo de reflexión"
Jorge Luis Canché Escamilla


Instituto Cultural de Oriente
Mérida, Yucatán, México, 2005


El libro de Jorge Luis Canchè Escamilla, Algunos escritos y algo de reflexión, con el sello del Instituto Cultural de Oriente, comienza con un Prólogo de Joaquín Bestard, una reseña magistral que abre el paso a una obra plena de valores éticos y filosóficos, que como impreso es pequeño, pero por su temática es grande. La gratitud, la amistad, la libertad, la naturaleza humana, el respeto mutuo, la civilidad y la responsabilidad y la memoria sociales, en un objeto físico de 20 por 14 cms., y un peso menor de un kilogramo. Me maravilla que las ideas más grandes queden impresas en un objeto tan liviano, como también el que con un alfabeto de 29 símbolos, podamos decir tanto.
Un día, para mi fortuna lejano, entendí que escribir libros es como hacer muñecos de plastilina, cada figura se puede destruir y rehacer, pero ninguna será igual a la anterior; eso sí, las formas y los colores que elijamos serán nuestra constante. Entendí también que no hay libro definitivo, único y último, que quien se apasiona por las letras y los libros, muere escribiendo. Que para justipreciar una obra es preciso conocer los trabajos precedentes del autor, Y que presentarla ante el público es una invitación a su lectura, es la ocasión para subrayar el valor del trabajo.
Jorge Luis canchè Escamilla logra en sus escritos conjugar pensamiento ético con vida cotidiana. En su escrito la “Gratitud mas que un simple concepto”, nos la define como “una acción limpia, pura,… un acto de nobleza,… que debería caracterizar a todo individuo” (p.23); y en el texto “Agradecer, acción de reconocimiento en cualquier tiempo”, (p.139), lo pone en práctica con el agradecimiento homenaje póstumo al periodista Rogelio Cárdenas, por haber accedido a difundir en el rotativo El Financiero, el Boletín de la Facultad Economía Hoy.
Algunos escritos y algo de reflexión, podría ser útil para biografiar a su autor. La celebración de las bodas de oro de don Luis Canchè y de doña Amada Escamilla, nos llevan por la historia familiar, el Halachò natal, y Sambulà -el barrio de la niñez y la juventud doradas. A través de la reflexión retrospectiva de su existencia, Canchè describe a la par, los cambios en el vecindario en el que las novenas, las ramadas y las posadas decembrinas, así como los incendios de abril y mayo en los montes y henequenales abandonados que entonces colindaban con el barrio, fueron desapareciendo ante los embates de la mancha urbana y las modas de mercadotecnia.
Las tradiciones son parte entrañable del autor, los que compartimos la vida laboral con él, sabemos que la imagen del abuelo que trae el maíz nuevo y dirige la cocción de la comida de las santa ánimas, no podía faltar en este libro; la cultura emotiva maya, armonía, reciprocidad, humildad y honestidad, aparecen en la obra a través de los consejos sabios de un padre, que promueve el respeto mutuo, y el buen juicio para vivir en conjunto. Esta es la esencia que hace de Jorge Canchè Escamilla, una persona amiguera. Las palabras y el sentimiento del autor por las ausencias de Raúl Maldonado, Hernán Menéndez y Salvador Rodríguez, nos muestran a un hombre profundamente conmovido. Y así como lamenta la muerte de sus amigos, se congratula, y felicita de manera desinteresada a los compañeros de labores por sus logros, y a la embajadora de la música yucateca por llevar a ésta por el mundo.
La pasión del autor por el deporte está casi en todos los textos; desde las retas en el campo cercano al “rastro municipal donde los zopilotes se atreven”, hasta los juegos dominicales con Hernán Menéndez y los hermanos Franco; pasando por el llamado de auxilio para la práctica del softbol, que según Jorge Canchè “está muriendo en Yucatán”.
Los colores encendidos de los flamboyanes que embellecían a la ciudad, perdidos por un desastre natural, y a punto de extinguirse de la faz citadina, son asimismo oportunidad para que Jorge Canchè Escamilla defienda con fervor su posición de amante de la naturaleza y su convicción de protector medioambiental. Don Jesús Silva Herzog, la Facultad de Economía, la Feria Municipal del Libro, los libros de los amigos, el chile habanero y la basura como un problema de educación y conciencia social, también están en este libro, son, podríamos decir, las fijaciones e intereses de su autor.
Aunque la metáfora de los muñecos de plastilina parezca simple, expresar por escrito nuestro pensar y sentir profundos es una labor intelectual y artesanal ardua. Manejar esos 29 símbolos que conforman nuestro instrumental lingüístico, de manera que los significados y los matices de las palabras elegidas expresen con exactitud nuestros pensamientos al lector, amerita trabajo constante, autocrítica y experimentación. Es común que queriendo darle ímpetu y fuerza a una frase, término u oración, acabemos escribiendo sin sentidos. “El silencio de las almas del cementerio”, con cuya compañía se quedaría doña Eva, conmueve a las lágrimas. “El resplandor de un espejo que no se puede imitar”, describe, embelleciendo, el deleite del autor al observar el brillo que produce el ir y venir de la franela de un limpiabotas de la Plaza principal de esta ciudad. Por el contrario, expresiones como Camposanto fúnebre de una naturaleza muerta, rojo azulado y un colorido verde, no logran el mismo efecto.
Nadie nace sabiendo, o nada sale bien a la primera vez, son dichos populares que encierran una gran verdad para quien escribe. Cada escrito, cada libro, es un intento mas por alcanzar eso que llamamos arte del lenguaje. Sé que Jorge Canché seguirá escribiendo, y que estará siempre atento a los juicios que deriven de su trabajo de escritor; y por ello me atrevo a decir que en lugar de denominar al libro “Algunos escritos y algo de reflexión”, lo cambiaría por Escritos, con mayúscula, y mucho de reflexión.
Bienvenido Jorge Luis Canchè al mundo de la creación literaria, de la expresión libre de las ideas, y del abrir el alma al lector anónimo. Felicito al Instituto Cultural de Oriente por la edición de este libro; parte fundamental de la educación superior es el conocimiento y difusión de las ideas. Recomendaría si, que en próximas ediciones incluyeran las convenciones editoriales de la página legal; es muy importante para esta joven institución proyectar al mundo su existir; el ISBN y la claves de catalogación, son el elemento de identidad científica, artística y/o literaria de una obra a nivel planetario. Enhorabuena al autor y al editor. Muchas gracias por el favor de su atención. Buenas noches.


Teresa Ramayo Lanz
Salón del Consejo Universitario, UADY
Mérida, Yucatán, 10 de enero de 2006


jueves, 23 de octubre de 2008

Todos hablan de amor

Todos hablan de amor


Prólogo


Los sueños, las inquietudes y los deseos de Jorge Luis Canché Escamilla, que se manifestaron en ciertos momentos de su trayectoria existencial, quedaron expresados en tres libros: "Economía, Educación y Sociedad: Una Opinión"; "Estado, Economía y Sociedad:1996-2001" y Algunos Escritos y Algo de Reflexión".
Hoy nuevas inquietudes y otros sueños, lo mismo que renovados deseos, los expone Jorge a través de un género que reclama comprensión y sensatez: el verso, los versos, los poemas.
Jorge Luis logró versificar la intimidad de su ser, es decir, sus sentimientoss, sus razones, sus ideas, con una visión muy clara de todo aquello que tomó forma escrita con su propia inspiración.
Estos versos tienen una cadencia y una lógica que se conjugan -y acoplan- con el ritmo y asonancia que son inherentes al pensamiento personal de quién manifiesta armonía ecuánime, lo que florece de él mismo.
La concepción real que, en estos versos se afirma, es algo suyo, pero ese algo lo toma de la vida y de la naturaleza humana; de la convivencia social y de la imaginación; de la ilusión y de la realidad.
En este ejercicio de versificar, Jorge Luis Canché Escamilla le da también una dimensión sencilla y unigénita a sus sueños e inquietudes, logra con esto renovar su propio derrotero espiritual, mismo que recorre, no en la búsqueda de sobresalir para alimentar vanidad alguna, sino para afirmar que el germen de su vida tendrá un resultado positivo y creativo, y con ello, percibirá en su conciencia una razón material y espiritual que existe realmente, en el universo.
José Medina Medina
Presentación
Fue jugar a enamorar y a flirtear en nuestra adolescencia, cuando surgió el interés de leer poesía que se relaciones con el romance y el amor. A fines de los sesentas en la secundaria, cursando el segundo año, el maestro de Español de la Secundaria Federal #1 hoy "Santiago Burgos Brito" Andrés Antuña Sánchez (+) nos puso como tarea leer libros de literatura clásica.
Estas obras siendo del siglo XIX y XX se relacionaban con la novela romántica y también con el amor filial. Muchas veces soñamos con ser el personaje, que convertido en héroe, terminaba felizmente en los brazos de una hermosa dama. Fue en esta misma escuela cuando descubrí la emoción que me embargaba escuchar a mis compañeros declamar y el interés de conocer al autor de las poesías que recitaban. Empecé por copiar estrofas de poemas que me gustaban y dejarlas en algún lugar visible, para que las jóvenes de aquellos tiempos las leyeran. Fue entonces cuando supe por primera vez que realmente les gustaba leerlas, y que mostraban cierto interés, aunque sea momentáneo, por conocer a los autores de dichas obras.
Estando en la preparatoria, hice mis primeras composiciones, algunas de ellas tratando de imitar a un autor de mi preferencia.
Aunque fue a través de los acrósticos con nombres de mujeres, como fui ejercitando la acción de componer. De estos, las más de las veces, no supieron quién los había escrito. Realmente me avergonzaba el hecho de que supieran de donde y de quién provino el escrito.
Al redojear en el tiempo, a fin de identificar, que otros elementos pudieron despertar el interés de querer hacer, según yo, poesía. Me traslado a la escuela primaria, en la cual nuestros libros traían canciones y composiciones de los principales poetas que han dado nuestro país y América Latina, principalmente. Con muchos de ellos fuimos reencontrándonos a medida que avanzamos en los estudios, al pasar por la secundaria y la preparatoria.
A fines de los setentas, cuando unos amigos me preguntaron qué hacía con los escritos, que en múltiples ocasiones les entregaba para su lectura, les dije que los regalaba o los tiraba. Me aconsejaron por esos días que los guardara; desde entonces lo vengo haciendo. Estas composiciones qu ahora presento fueron las primeras que escribí y al hacerlo deriva, una vez más, del consejo de que los publicara y es justamente lo que ahora pretendo con el presente libro.
A ellos, a esos amigos, que me han aconsejado y sugerido su publicación a quienes agradezco ese interés continuo de alentarme para dar a conocer lo que hoy se presenta y que a lo mejor sin ser, le he llamado poesía. Al maestro Marcelino Aguilar Aguilar, rector de la Universidad de Valladolid, Yucatán, por su apoyo a esta obra en su interés por impulsar la cultura. De la misma manera agrader a Don Joaquín Bestard Vázquez, sus atinados comentarios realizados principalmente en el Taller Literario "Ya'ax Ché"; el cual se realiza -aún hoy día- en la Facultad de Economía de UADY, todos los jueves a las 17:00 hrs. Cuando ésta se encuentra de vacaciones o el jueves cae en días inhábiles, el taller se realiza en un café previamente determinado del Centro Histórico de Mérida. En verdad, gracias por darme confianza y ánimo para dar a conocer esta parte de mí, que he llevado guardado durante muchos años de mi vida. De la misma manera lo hago con Don José Medina Medina, viejo amigo desde aquellos tiempos de estudiante de la carrera de Economía por los setentas, por haber realizado y aceptado hacer el prólogo de este conjunto de letras, trasnformadas en palabras y que dan lugar para hablar del amor y de que:
"Todos hablen de Amor".

Jorge Luis Canché Escamilla

Algunos escritos y algo de reflexión

Presentación

El libro Algunos Escritos y Algo de Reflexión, constituye la compilación de una serie de escritos realizados en su mayoría en los años correspondientes al 2001 al 2003. Mismos que derivaron en nuestro andar por la ciudad, de mis vivencias por la colonia Sambulá, de mis relaciones humanas con el prójimo y de una buena cantidad de charlas sostenidas con una gran cantidad de amigos que me distinguen con su amistad. Aunque a decir verdad, este tipo de escritura derivó de múltiples sugerencias que me hiciera en vida el Lic. Hernán Arturo Menéndez Rodríguez (+) en amenas charlas sostenidas con él y con nuestro grupo de béisbol dominical con los hermanos Franco (Iván, Jorge y Carlos). Charlas que se realizaban después de la práctica del deporte de nuestros amores y que se prolongaban durante varias horas. En ellas, además de discutir temas de coyuntura y de trascendencia, hacíamos rémora de nuestras costumbres y de la forma como habíamos crecido en esta hermosa ciudad de Mérida. Recordábamos juegos infantiles y el crecimiento desmesurado de las colonias de la ciudad, así como de los amigos comunes que conocimos y tratamos en tiempos diferentes, mismos que al distinguirnos con su amistad dieron lugar a que nos refiriéramos a ellos, complaciéndonos gratamente tal coincidencia. El haber realizado estos escritos y entre ellos algunas reflexiones, me ha brindado la oportunidad de recrear momentos importantes en mis ya medio siglo de vida. Como decimos muchos yucatecos, el momento que nos ha tocado vivir ha sido el más importante, tanto que al referirles a las nuevas generaciones nuestras vivencias, sobre todo como estaba conformada la ciudad y sus respectivos barrios y colonias, quedan más que sorprendidos: escépticos ante la narración de hechos que contrastan con algún familiar que les ha referido algo similar en otro momento. Me ha dado también dichos escritos, como he mencionado con anterioridad, la posibilidad de hablar de mí colonia Sambulá que recibió y cobijo a mi familia cuando hicimos nuestro arribo desde Halachó hace más de cuarenta años. Y lo hizo sin egoísmos, abriéndonos los brazos sin ninguna restricción. ¡Claro está! Que en esta relación tuvieron mucho que ver mis padres, quienes tenían una idea muy clara de la vida en comunidad y de ayuda mutua, Tal como lo demostraron en las muchas iniciativas que tuvieron que hacerse en los sesenta para hacer de la colonia mencionada, un lugar digno para vivir. Como lo fue la electrificación, agua potable, limpieza de las calles (prácticamente eran veredas), espacios para jugar; esto último entre la tierra y las piedras. En verdad hay mucho que describir de este espacio geográfico ubicado en parte sureste de la ciudad de Mérida. Espacio que en los albores del siglo XXI, no queda más que el recuerdo y la añoranza de los que tuvimos la suerte de vivir esa época, hoy referidos en el presente trabajo de mí autoría. Algunas otras reflexiones han provenido de la experiencia profesional y de mis relaciones humanas.
Además de la educación familiar recibida de hacer amigos siempre y de hacer el bien a los demás, muestro también, la educación adquirida en las aulas, ambas contribuyeron significativamente al sentido de la unidad y a la integración, quizá esto ultimo fue lo me llevó a participar en diferentes actividades desde la infancia tales como: actividades culturales, trabajo en grupo, apoyos a la escuela a la iglesia del lugar etc. Haberlo hecho dio lugar sin duda a transmitir la experiencia adquirida a través de consejos, hoy hecho a manera de reflexión. Lo que me complace gratamente.

La existencia misma y la oportunidad de vivirla y transmitirla se convierten en verdad, en un privilegio. Por eso debo de estar agradecido también a Don Joaquín Bestard, Pedro Hernández, Roldán Peniche, Roger Campos (hace un tiempo que no lo hace), por la oportunidad de haberme invitado a participar en sus charlas de café, realizadas invariablemente los jueves por la mañana. Escucharlos y participar en sus tertulias ha sido una experiencia única e inigualable, que se ha traducido en algún escrito de mí parte en algún momento.

De manera especial agradezco a Don Joaquín Bestard el prólogo que le ha dedicado al trabajo, sé que lo he metido en un aprieto al solicitarle tal encomienda, pero debo decirle que me esforzaré para ir mejorando día con día. A la Licenciada Alejandrina Garza compañera universitaria, muestro una enorme gratitud por la dedicación de su valioso tiempo para revisar los escritos, sus comentarios y sugerencias no solo han sido atinadas sino que han contribuido a darle al texto el soporte técnico que requería. Por último agradezco a la Sra. Patricia Sánchez el trabajo mecanográfico realizado en los espacios robados a su familia.
Insistir en que el contenido del libro deriva de mis vivencias recogidas en mí andar por la vida en esta bella ciudad de Mérida, por lo tanto lo que en él he dejado a través de las letras y la combinación requerida para formas las palabras y como consecuencia de los textos son de mí única responsabilidad.


Jorge Luis Canché Escamilla

Economía, Estado y Sociedad

ESTADO, ECONOMÍA Y SOCIEDAD (1997-2001)
Después de poco más de doce meses, finalmente logré ordenar, agrupar, y capitular los diversos artículos publicados en la prensa durante cuatro años; tiempo que duro mi gestión al frente de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Yucatán, esto es, del 13 de Enero de 1997 al 12 de Enero de 2001, correspondiente a un segundo período. Al hacerlo, me brinda la posibilidad de cristalizar un compromiso hecho públicamente en el H. Consejo Universitario de la UADY el día12 de mayote 1999, fecha en que fue presentado el libro de mí autoría “Estado, Economía y Sociedad. Una Opinión”, coeditado por la UADY y la Asociación Nacional de Instituciones de Docencia e Institutos de Economía de México (ANIDIE). En respuesta a dicho compromiso se presenta el día de hoy, “Estado, Economía y Sociedad (1997-2001).
Este segundo libro, constituye al igual que el primero temas de coyuntura, esto es, que tienen que ver con lo que aconteció y sucedió en nuestro país, desde la perspectiva de la economía, la educación y la política principalmente. Al ser ese nuestro ámbito de desenvolvimiento y competencia, asumimos la responsabilidad y compromiso de emitir una opinión con toda la seriedad que requiere la actividad académica. Debo decir una vez más, que al hacerlo siempre fue con la objetividad que debe de caracterizar a todo universitario. Ciertamente, el profesionista y en especial los que tenemos o hemos tenido la fortuna de ser tomadores de decisiones, asumimos no solo la tarea, sino también la obligación de velar que nuestras acciones y opiniones cumplan cabalmente con la objetividad correspondiente.
Al igual que la primera obra, he recibido un buen número de exhortaciones para la realización de este segundo libro, es de agradecer a aquellos que en forma insistente me han estado preguntando que cuando vera luz el segundo que ofrecí tiempo atrás. Realmente constituye un gran aliciente recibir este tipo de estímulos, de ahí la razón de mi agradecimiento por ese interés sincero que me han hecho sentir en todo este tiempo.
Pero también una preocupación, en el sentido de pensar sí realmente los escrito realizados en el período señalado, han cumplido con el interés de informar y de tener algún efecto en las apreciaciones de aquellos que han sido lectores de los mismos. Los artículos publicados casi en su totalidad por el Por Esto!, diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía y el Diario Sureste, corren el riesgo de caer en el olvido, mas el hecho de agruparlos a manera de libro brinda la posibilidad de tener una mayor comprensión de lo que ha acontecido en el tiempo que se indican, sobre todo en las cuestiones económicas, políticas y sociales, sin importar el tiempo transcurrido. Los artículos son producto de la asistencia a eventos temáticos, lecturas de texto, revistas especializadas, periódicos locales y nacionales; así como de pláticas y charlas informales con diversos grupos de amigos.
Con la finalidad de darle orden al trabajo, se ha dividido en cuatro capítulos; siendo el primero “Hacia una Política Económica de Estado”, con un total de 46 artículos, mismos que abordan diversos temas que tienen que ver con el quehacer del Estado, durante el desempeño del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León. El titulo del capítulo deriva de la exhortación realizada por el presidente de México al rendir su tercer informe de gobierno, al convocar a la sociedad en general a construir junto con su gobierno una autentica política de Estado, después de haber sufrido la devaluación de 1994, el crecimiento económico negativo de la economía en 1995 y el proceso de crecimiento observado en 1996 y parte de 1997. Pero sobre todo por los resultados obtenidos el 6 de julio de 1997, cuando el partido oficial en el poder perdió la mayoría absoluta y parecía que el país iba caer en un caos y como consecuencia la pérdida de dirección.
El capítulo segundo, comprende un total de 26 artículos de diversas actividades y acciones realizadas en torno al ambiente económico, político y social del estado de Yucatán, abordados desde la perspectiva del análisis y de la sugerencia en pro de contribuir a la comprensión de lo que acontecía y sucedía en aquella circunstancia. En todo momento prevaleció siempre, el sentido crítico pero orientador del hecho que se abordaba, hacerlo así, significo el reconocimiento de los amigos lectores. El capítulo tercero, totalizo 15 trabajos, mismos que fueron orientados a lo que acontecía en materia política, tanto en el país como en el Estado de Yucatán. En estos años se vivieron momentos de gran trascendencia para México, sobre todo después de las elecciones del 6 de julio de 1997, cuando el partido en el poder perdió la mayoría en el Congreso, debido principalmente al voto de castigo emitido por los electores. Con los escritos se pretendió darle una interpretación a lo que estaba aconteciendo, fuera de la crítica simple, esto es, se realizó con rigor analítico y con la objetividad correspondiente; en forma consciente, sin tendencia o preferencia ideológica o partidista alguna.
El capítulo cuarto y último del libro, dispone de un total de 30 artículos el cual lleva por titulo “Academia e investigación Económica, Base del Desarrollo” en este apartado se divulga las diferentes actividades organizadas y realizadas por la Facultad de economía de la UADY, así como por organismos profesionales y estudiantiles de la ciencia económica. También contiene comentarios a diferentes eventos a los que se asistió en el tiempo referido y que se consideraron relevantes, tanto para la sociedad en general como a los profesores y estudiantes de la propia Facultad de Economía.
Debo decir que en los capítulos referidos, se trató de darle una secuencia en tiempo y lugar, aunque no siempre pudo conseguirse por la clasificación que se realizó para su capitalización. Por lo que solicitamos de antemano, a usted lector, su siempre valiosa comprensión.
Para finalizar la presente introducción, deseo manifestar mí sincero agradecimiento a la Licenciada en Economía Hilda Eulogio Canché Escamilla por su paciente lectura a cada uno de los artículos; así como la integración de los mismos y su presentación; a la Sra. Patricia Sánchez Sánchez por el trabajo mecanográfico realizado; al Profesor Antonio; a Don José Medina por sus comentarios y a la Licenciada Alejandrina Garza, a todos ellos mí mas sincero y eterno agradecimiento.

LIC. JORGE LUIS CANCHE ESCAMILLA